martes, 18 de diciembre de 2012

Bukowski

"Todos necesitamos escapar. Las horas son largas y de alguna forma han de ocuparese hasta que llegue la muerte. Y simplemente no hay tanta belleza ni emoción por ahí como para andar yendo de un lado a otro. Las cosas se vuelven pronto monótonas y abrumadoras. Nos despertamos por las mañanas, damos una patada a las sábanas, apoyamos los pies en el suelo y pensamos: Ah, mierda, ¿y ahora qué?"
HOLLYWOOD

martes, 11 de septiembre de 2012

NEVERMIND

“No sé dónde voy, no sé, solo sé que aquí no puedo estar."

“Admiro a la gente que vive sin problemas, que mira el mundo con despreocupación, a diferencia de ellos, yo sufro más de la cuenta."

“Es imposible ser subversivo en el mundo comercial. Te crucificarán. No puedes salirte con la tuya. Nosotros lo intentamos y casi acabamos en la ruina por ello."

Kurt Cobain (1967-1994)





viernes, 8 de junio de 2012

Usted es un hombre felíz

"Usted es un hombre feliz. Le compadezco, señor, por ser tan fácilmente feliz. ¡Ya tiene que haber caído bajo un hombre para creerse feliz...!¡Ah!, usted es feliz, señor. ¡Y qué! Si usted dijera: soy un virtuoso, comprendería lo que en esta frase se sobreentiende: sufro menos que otros. Pero no, usted es feliz. ¿Fácil de contentar entonces? Le compadezco y considero más distinguido mi mal humor que su felicidad celestial. Llegaría incluso a preguntarle si los espectáculos de la vida le bastan. ¡Qué! ¿Nunca sintió ganas de irse, aunque solo fuera por cambiar de espectáculo? Tengo muy serias razones para compadecer a quien no ama la muerte."
Borrador de la carta que pensaba escribir Baudelaire a J. Janin.

martes, 20 de marzo de 2012

Maria unser frowe


En este fin de semana transcurrido en la celda de un Monasterio Cisterciense, he descubierto esta pieza anónima del siglo XIV. Ha sido comenzar a escucharla y sentirme atraído hacia ella, de forma que me cuesta parar. La reproduzco una y otra vez. Felicidades autor anónimo, siete siglos después sigues teniendo en mí un admirador. Lo curioso es que después, he averiguado que se trata de una canción para flagelantes.
Flagelantes que mortificaban el cuerpo para salvar el alma.
Quizás yo sea un flagelante del siglo XXI. Flagelado por mi mente. Quizás por esto mi mente no me permite dejar de escuchar esta canción.

martes, 31 de enero de 2012

Caminar



Quiero decir unas palabras a favor de la Naturaleza, de la libertad total y el estado salvaje, en contraposición a una libertad y una cultura simplemente civiles; considerar al hombre como habitante o parte constitutiva de la Naturaleza, más que como miembro de la sociedad. Desearía hacer una declaración radical, si se me permite el énfasis, porque ya hay suficientes campeones de la civilización; el clérigo, el consejo escolar y cada uno de vosotros os encargaréis de defenderla.

En el curso de mi vida me he encontrado sólo con una o dos personas que comprendiesen el arte de Caminar, esto es, de andar a pie; que tuvieran el don, por expresarlo así, de sauntering [deambular]...

La verdad es que hoy en día no somos, incluidos los caminantes, sino cruzados de corazón débil que acometen sin perseverancia empresas inacabables. Nuestras expediciones consisten sólo en dar una vuelta, y al atardecer volvemos otra vez al lugar familiar del que salimos, donde tenemos el corazón. La mitad del camino no es otra cosa que desandar lo andado. Tal vez tuviéramos que prolongar el más breve de los paseos, con imperecedero espíritu de aventura, para no volver nunca, dispuestos a que sólo regresasen a nuestros afligidos reinos, como reliquias, nuestros corazones embalsamados. Si te sientes dispuesto a abandonar padre y madre, hermano y hermana, esposa, hijo y amigos, y a no volver a verlos nunca; si has pagado tus deudas, hecho testamento, puesto en orden todos tus asuntos y eres un hombre libre; si es así, estás listo para una caminata.

Para ceñirme a mi propia experiencia, mi compañero y yo –porque a veces llevo un compañero, disfrutamos imaginándonos miembros de una orden nueva, o mejor, antigua: no somos Caballeros, ni jinetes de cualquier tipo, sino Caminantes, una categoría, espero, aún más antigua y honorable. El espíritu caballeresco y heroico que en día correspondió al jinete parece residir ahora –o quizás haber descendido sobre él— en el Caminante; no el Caballero, sino el Caminante Andante.


Henry David Thoreau
Related Posts with Thumbnails